Raves

La cultura rave se inicia en los sesenta cuando surge el LSD, en Goa, un sitio legendario dentro de la cultura sicodélica, refugio de muchos hippies, esta gente comienza a celebrar fiestas sicodélicas al aire libre llamadas acid parties. La popularidad de los raves creció, y pronto pequeñas fiestas con 50 y hasta 100 chavos se convirtieron en festivales con miles de personas. La música rave es creada electrónicamente, y generalmente tiene un nivel muy alto de bass (bajos) latiendo entre 115 beats (pulsaciones) por minuto, siendo el más común de 120 bpm a 140 bpm. Los ravers prefieren 120 bpm porque simula el latido del corazón. Normalmente en un rave, un Dj (disc jockey) mezcla la música que los ravers escuchan. El arte de mezclar es juntar dos canciones usando diferentes velocidades de reproducción y un ecualizador para crear una pared de sonido cambiante de tono. La esencia de la música es que está en constante flujo. Cada día un nuevo estilo es creado. Los Dj’s mezclan dos diferentes composiciones, y una nueva canción nace. Esto lo podemos apreciar con la evolución que desde sus inicios presentó la música electrónica: el house, acid house, techno, hardcore, techno breakbet, drum´n´bass, trip hop, trance, goa head, goa trance, psychodelic trance ambient y trival, por mencionar algunos. La danza puede ser muy estilizada o extremadamente vulgar. “El beat es la fuerza que te mueve. Es simplemente perderse uno mismo, llegando a ser uno con la música, y dejando que la música controle tus movimientos”, apunta Manuel González P., organizador del rave. El raver común tiene entre 17 y 25 años de edad, y en su mayoría provienen de una clase media alta, por lo que son “razonablemente” bien educados. La moda infantil es predominante. Esto caracteriza a la cultura. “Es como jugar. Te olvidas de tus problemas y nada importa más que divertirte”, asevera el “Mono” Reyes, asiduo raver.